Por: Alejandro F. Rodríguez
El 21 de abril se celebró un año más de la heroica defensa de la patria por parte del pueblo veracruzano, quienprotegió hasta la muerte su tierra de las sucias garras del ejército norteamericano, el cual fue mandado por el presidente Wilson bajo el pretexto de que no nos humillamos ante su bandera.
El incidente de la bandera es bastante peculiar. Se cuenta que haya por 1914 había atracado un barco gringo en las costas de Tampico, todo iba bien, hasta que al chacal Huerta se le ocurrió la brillante idea de encarcelar a los tripulantes de dicho barco argumentando que habían pasado por donde no debían. Después de una enérgica protesta por parte de los representantes del gobierno norteamericano, los prisioneros quedaron libres.
Pero la cosa no quedo hay, los norteamericanos se enojaron (y no era para menos) y exigieron que se le saludara a la bandera estadunidense con cierto número de cañonazos, lo cual era una humillación para nuestro pueblo, y como era de suponerse no lo aceptamos.
El presidente Woodrow Wilson ordeno la invasión usando el incidente de Tampico como excusa, pero en realidad pensaba que los alemanes le iban a entregar armas a Victoriano Huerta, y como él no estaba de acuerdo con su gobierno decidió actuar de inmediato y mando a atacar el barco que traía las armas.
Hay que destacar el enorme valor de los jarochos de aquella época: Cadetes de la naval, policías y gente común y corriente que sin pensarlo dos veces salió a la calle a defender la patria. Gracias a ellos, la ciudad de Veracruz fue nombrada 4 veces heroica.
¿Qué pasaría si el día de hoy los norteamericanos nos invadieran de nuevo? ¿Defenderíamos a la patria o correríamos aterrados? ¿Lucharíamos hasta la muerte o nos esconderíamos en nuestras casas para no ser encontrados?
Son preguntas difíciles de contestar, aunque si nos ponemos a comparar los problemas que ha tenido nuestro país en fechas recientes y los problemas que sufrió durante la invasión, podemos decir que, en cierta forma, somos más cobardes.
El mundo globalizado en el que vivimos nos agringa cada vez más y nos hace renegar de nuestra cultura, la patria es algo que ha muchos se les ha olvidado. Los norteamericanos ya no necesitan un poderoso ejército para dominarnos, pues pareciera que nosotros nos entregamos con gusto a ellos.
No se trata de renegar la globalización, la cual en cierto modo trae cosas buenas, sino de no despreciar nuestras raíces y acordarnos que gracias a héroes como los del 21 de abril podemos vivir en un país relativamente libre.
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