viernes, febrero 22, 2013

Comentario al libro del compañero Salvador Castañeda O’Connor Pueblo Combatiente.


“…La historia la escriben los pueblos,
la historia la escriben los hombres,
la historia está en nuestras manos,
este cuento recién ha comenzado...”(1)
 Alerta
Evelyn Cornejo 

Después de repasar y trabajar las páginas del libro que acertadamente lleva por título “Pueblo Combatiente” no queda más que reiterar mi admiración por los camaradas y el pueblo nayarita, sus luchas y sus historias, que el puño del compañero Salvador, nos deja a los mexicanos una gran enseñanza de lucha, de trabajo y de resistencia.

Pero la trascendencia del libro va más allá de la historia; su importancia radica a mi modo de ver las cosas, en el matiz de la historia nayarita, en la que cualquier mexicano puede sentirse identificado; además de que como alguien que cree fielmente que solo en el socialismo otro mundo es posible, la lectura el libro es indispensable.

El autor ya hizo ese trabajo, afortunadamente, el camarada es incansable; la última vez que lo vi en el encuentro me pareció verlo entero pero: el futuro siempre está en movimiento, al compañero le toco picar piedra para que nosotros pisáramos polvo, si bien, su legado está todavía en construcción; citando al compañero Rafael Castañeda Ex-secretario de la JCM en una de las páginas del libro: “La historia nos sostiene, pero no va a durar para toda la vida”(1).

No podemos estar viviendo de los triunfos electorales de Gascón Mercado, nosotros estamos desde la ruptura, el trabajo de Salvador Castañeda en el estado de Nayarit será legado sólo si aprehendemos de la historia y la hacemos nuestra. Lo peor que le podemos hacer a hombres como estos es hacerlos leyenda. Incluso los brigadistas y rescatistas de Pasta de Conchos, a pesar de haber sacrificado todo por un deber histórico y revolucionario, estarían faltando el respeto a la memoria de esos mineros, a la formación que recibieron, al cariño y gratitud de los millones que apoyaron el rescate, de pensar que han cumplido con su deber revolucionario de una vez y para siempre con el tiempo de sacrificio y privaciones que pasaron en la mina, y con toda una vida por delante. Un ejemplo vivo, cercano y dispuesto es Salvador Castañeda O’ Connor.

No podemos vivir de leyendas, las leyendas se hicieron para transmitir la historia e inspirar a los pueblos a través de la tradición y transmisión oral que pasa de una generación a otra, tendremos con esto, que hacer trabajar la historia para que no caigamos en el dogmatismo; porque así, de recitar y leer las páginas de nuestra historia, nuestras luchas, sin aprender; las frases revolucionarias irán matando de a poco la revolución. Al fin y al cabo a mi parecer puede hacer más daño una frase descontextualizada, una actitud sectaria, uno sólo de los dogmatismos más rancios, que todos los piolets del continente.

Uno de los ejes centrales sobre el que creo que gira el libro es la autodeterminación del pueblo nayarita, de las luchas sindicales y las resistencias antiimperialistas, construir la lucha a través de las necesidades y exigencias del proletariado; no se trata de un proceso de evangelización del socialismo y/o conversión de los neoliberales, se trata de trabajo de base, desde abajo y a la izquierda; ésta, además de ser una revolución proletaria: debe de venir desde abajo del concreto, desde la tierra que nos heredaron los padres de la patria. 
“Podemos durar días o años para lograr nuestro objetivo, eso dependerá de muchas circunstancias, pero nuestro empeño por alcanzarlo será cotidiano”(2).

Lo que aquí escribo está determinado por muchas cosas y es una invitación fraternal pero, como todo lo escrito, en esta reseña o en el libro de Salvador, darle vida y valor depende de cada uno.

Pedro Orozco Tapia
 CJB CUSLA

Notas:
1 Pueblo Combatiente, Castañeda O’Connor S, 2000, Edición privada, pag 212.
2 Op. Cit pag. 239 

Discografía recomendada: 
1 Evelin Cornejo disco homónimo y debut.

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