Por Colectivo Dení Prieto.
El pasado 18 de febrero un día antes del séptimo aniversario del crimen industrial en la mina 8 de Pasta de Conchos donde murieron 65 compañeros mineros, la Juventud Comunista de México, el Partido de los Comunistas y el Sindicato Minero, acudimos al llamado que las compañeras viudas y familiares nos realizaron en la ciudad de Nueva Rosita, Coahuila; la ciudad que hace 7 años fue testigo del desprecio que existe por parte de Industrial Minera México a sus trabajadores. Salimos a las calles a recordar a nuestros compañeros mineros caídos y a dejar por sentado que nosotras y nosotros no perdonamos ni olvidamos.
La marcha llego a las puertas de Industrial Minera México, donde refrendamos nuestra solidaridad para con las viudas y familiares; ahí recordamos que en el 2008 comenzamos el rescate independiente por la recuperación de los cuerpos de nuestros compañeros y que este rescate fue parado por el gobierno estatal de Coahuila y Minera México, en clara agresión hacia las compañeras viudas y los familiares. Advertimos que aunque el gobierno estatal, federal y municipal quiera cerrar el caso, para nosotras y nosotros, Pasta de Conchos es un caso aún pendiente en la larga lista de pendientes que algún día no muy lejano les cobraremos uno por uno.
Durante la marcha fuimos testigos de la solidaridad del pueblo, que tal vez asombrados se dieron cuenta que a nivel nacional seguimos luchando por el rescate.
En palabras de la compañera viuda Teresa Contreras “Esta lucha no termina, si bien son 7 años, pero han sido 7 años de lucha, hemos contado con el apoyo de ustedes y queremos seguir contando porque esto no ha terminado, estos señores no nos han entregado los cuerpos de nuestros familiares y es su obligación pero también es nuestra obligación seguir exigiéndolo, porque esto no se negocia, ni con becas, ni con nada”.
Pasta de Conchos para nosotras y nosotros es un referente de la lucha por la dignidad y la vida, muchos mineros han muerto del 2007 a la fecha por la falta de seguridad en las minas y esta es una más de nuestras exigencias: Ni un muerto más.
No descansaremos en este caminar junto a ellas y los familiares, hasta lograr el rescate de los compañeros mineros.
Ni perdón, ni olvido, Larrea es el asesino.
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